La Sostenibilidad es un término que se ha incorporado con más fuerza en nuestro lenguaje, cada vez es más insistente el llamado que se hace a través de redes sociales, medios televisivos, películas, documentales y en el discurso de empresarios, representantes de organizaciones sociales y ambientalistas, de la comunidad educativa y de la ciudadanía en general. A pesar de que la Sostenibilidad ha habitado en medio de nosotros, es limitante frente a la realidad social y ambiental actual. En este momento, el planeta tierra exige acciones concretas que van más allá de buscar un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades y el impacto que esto genera en nuestro entorno; estamos en la transición hacia la Regeneración.
Y es que hace algunos años, abordábamos la Sostenibilidad como aquella satisfacción de las necesidades presentes sin comprometer los recursos para generaciones futuras. En la actualidad, esta manera de pensar la Sostenibilidad debe reestructurarse, ya que el planeta tierra no da espera. Hemos postergado las acciones individuales sin un compromiso real con los acuerdos internacionales que han firmado organizaciones como la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que buscan un estilo de vida en equilibrio, no solo para la especie humana, sino para todos aquellos seres vivos que la habitan. Es preciso cuestionarnos frente a las elecciones del día a día y nuestro estilo de vida. Vivimos en un entorno donde convergen otras formas de vida, por este motivo es imprescindible pensar en el impacto que generamos y direccionarlo a dejar todo mejor de lo que se encontraba. Es ahora, el compromiso por regenerar lo que hemos destruido y restaurarlo de forma permanente.
Vale la pena retomar algo de historia relacionada con el concepto de “Desarrollo Sostenible”. Se iniciaron algunos debates en la Comisión Brundtland, constituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1983. En su informe, “Nuestro Futuro Común” (1987), se introdujo sus “tres pilares”; económico, social y ambiental. Posteriormente en el año 2000 se formularon los Objetivos de Desarrollo del Milenio” (ODM) que buscaban, para el año 2015, erradicar la pobreza. Para este año, se identificó que era necesario apostar por metas de mayor impacto para el planeta, por lo que surgen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuya primicia es el bienestar colectivo, no solo de los seres humanos sino de toda especie que lo habita. Pese a todos estos esfuerzos de organismos internacionales por alcanzar un equilibrio entre lo que hacemos y el impacto que esto genera, hoy en día los programas de Sostenibilidad son una base sólida para migrar a programas Regenerativos, porque es ahora cuando tenemos que dar un paso más, un paso fuerte y fundamentado.
Desde la Corporación Antioquia Presente buscamos que la Sostenibilidad y las nuevas miradas hacia la Regeneración se conecten con el ADN de cada colaborador, aliado y beneficiario. Ambos conceptos, con sus similitudes y divergencias, son transversales a todas las líneas estratégicas. Cada proyecto formulado es pensado con miras a responder no solo con ese equilibrio social, ambiental y económico, sino también con el compromiso de ser promotores del cambio, alineado con una cultura regenerativa que busca mitigar el daño y llenar de vida cada territorio que intervenimos, disminuyendo la incertidumbre con acciones colectivas y participativas. Cuando llegamos a cada comunidad, entendemos la dinámica del territorio, acompañamos sin invadir y fortalecemos la capacidad que tienen las personas de reponerse ante un evento, adaptarse a las nuevas dinámicas y potencializar sus habilidades para resurgir. De la misma manera, sensibilizamos a las personas para que puedan adoptar otras miradas en su dinámica y modo de vida, donde puedan converger con la madre naturaleza y ser respetuosos de lo vivo, buscando una respuesta a sus necesidades conservando y mejorando su entorno. Promovemos la prevención como medio para disminuir la ocurrencia de desastres, pero cuando ocurren intervenimos de manera oportuna, siendo empáticos con su dolor y restaurando las condiciones de lo vivo de los territorios de manera colectiva y participativa.
Por esto, cada día creemos que la apuesta del PRESENTE requiere de un compromiso más genuino y altruista de todos. A la fecha, si continuamos con este ritmo de consumo, gasto energético y desuso de los recursos naturales, necesitaríamos casi dos planetas para mantener nuestro modo de vida y sistema económico actual. La Regeneración es ir un paso más allá de la Sostenibilidad, es reponer y restaurar lo que ha perdido el planeta. Ya no vale con compensar, es necesario “curarnos” para “curar” las heridas ambientales, económicas y sociales.
Necesitamos cada vez, más voluntades, personas que, en su proceso de crecimiento personal, se reconcilien con la tierra, con su hábitat y con su entorno. El panorama de la Sostenibilidad y la Regeneración es incierto y a veces desolador; la naturaleza hace llamados muchas veces debastadores para las comunidades, pero es en el PRESENTE donde debemos generar una CONSCIENCIA INDIVIDUAL y posterior UNA CONSCIENCIA COLECTIVA. Es por esto, que es importante que la Sostenibilidad y la Regeneración sean interiorizados y vividos en las diferentes áreas de nuestra vida. Te invito a que reflexiones alrededor de estos interrogantes:
¿Cómo nos relacionamos con el prójimo? ¿Somos empáticos frente a su dolor?
¿Qué discurso impartimos < ¿es para construir, o destruir?>
¿Cómo lideramos nuestros equipos de trabajo? ¿Cómo enseñamos?
¿Te quedas en la queja? ¿O te movilizas para buscar soluciones?
¿Cómo reaccionamos ante la diferencia?
¿Qué consumimos desde todos nuestros sentidos (escucha, gusto, olfato, vista, tacto)?
¿Qué medio de transporte eliges?
¿Qué relación tienes con el medio ambiente y todo aquello que lo conforma?
¿Eres consciente de los desechos que ocasionas? ¿Qué haces para mitigar este impacto?
¿Cómo te relacionas con los elementos (agua, tierra, fuego, aire)?
Recuerda:
“Tu voluntad y compromiso con la transformación individual y colectiva es el primer paso para la sostenibilidad y regeneración del planeta; concebir lo vivo desde el respeto y amor”
Por Luz María Cogua Cifuentes